El Compost
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Preparando un compostero familiar

Conociendo ya las cuestiones “teóricas”, veamos cómo podemos aplicarlas y cuáles son los detalles importantes a tener en cuenta.
Lo primero que vamos a hacer es elegir el lugar donde poner nuestro compostero y el tamaño que tendrá el mismo, que seguramente estará condicionado por el espacio libre que tengamos en el jardín.
En el caso de estar preparando un compostero “industrial” es importante seguir estrictamente las indicaciones de las páginas anteriores para obtener un producto estable en el menor tiempo posible.
En el caso de un compostero familiar no vamos a aplicar esos parámetros, posiblemente una pila de 2 m por 2m de base sea muy grande. La idea es darle a los microorganismos del suelo las mejores condiciones posibles para que también en el menor tiempo posible tengamos un producto de buena calidad para abonar nuestras plantas y de paso colaborar con nuestro medio ambiente, aprovechando residuos que de otra manera pasarían a engrosar los basureros municipales, siendo éste punto capaz más importante que el primero.
El compostero deberá estar ubicado directamente sobre el suelo, para que los líquidos que se produzcan drenen y sean absorbidos por el mismo y no se acumulen sobre los residuos, generando condiciones de anaerobiosis (falta de oxígeno). Hay que tener en cuenta que allí donde lo hagamos, en ese rincón, no va a crecer el césped mientras esté el compostero porque le faltará luz, por eso es preferible ubicarlo en un rincón del jardín, y si es a la sombra, mejor, para que no se reseque y haya que regarlo más seguido (si lo tenemos al sol, conviene taparlo).
Una forma de hacerlo es marcar en el terreno un cuadrado de dimensiones variables y hacer un pozo poco profundo para ir amontonando allí los residuos vegetales. Esto delimita la pila, aporta microorganismos del suelo y ayuda a guardar un poco más el calor. Otra forma es amontonarlo directamente sobre el suelo, ya sea con una contención de madera u otro material que lo limita (como si fuera un arenero).
En esta sección voy a armar uno utilizando placas de “piso para césped” que se adaptan muy bien para este fin, porque mantienen los residuos sin que se desparramen, ocupando relativamente poco espacio, tiene muy buena aireación y queda muy prolijo en lugares pequeños.
Este material, disponible en hipermercados, se comercializa por metro cuadrado. Cada metro cuenta con 12 placas de 30 cm de lado cada una, de manera que con un metro podemos armar un hexágono de 60 cm de altura, si bien es algo chico para la generación de calor en la pila, es suficiente para un compostero familiar.

Para armarlo primero ubicamos las placas para que los encastres coincidan y recién entonces los hacemos calzar. Tenemos que formar una plancha de 6 placas por 2. Cuando está lista la cerramos, y ya está! (también se puede hacer de 8 placas por 3, esta medida es más apropiada pero depende de la necesidad de cada uno)

Luego lo ubicamos en el lugar escogido del terreno o jardín. Una vez allí, podemos comenzar a tirar dentro los residuos vegetales que juntamos normalmente.

compost

En este caso primero puse malezas frescas, restos de césped, luego junté algo de estiércol que tenía disponible de un criadero de conejos, encima puse bastantes hojas secas y aserrín (para que sea variado y aportar tanto carbono como nitrógeno) y por último, cubrí con una capa de tierra negra para aportar los microorganismos necesarios para generar la descomposición buscada.

Antes de tapar la pila regué bien, esto lo repito aproximadamente una vez por semana.
A medida que la pila vaya bajando de altura puedo seguir agregando restos vegetales hasta llenar el recipiente, cubriendo siempre con un poco de tierra y regando.
Con el tiempo se formará una especie de tierra negra muy suelta en el fondo que es el compost, excelente “fertilizante” natural y mejorador de suelos. Para extraerlo se puede hacer un corte en una de las placas inferiores. Este material que parece tierra negra es el resultado del trabajo de las bacterias y los hongos del suelo, los grandes “recicladores” que tiene la naturaleza. Preparar el abono que utilizaremos en nuestro jardín puede ser nuestro granito de arena para colaborar con la preservación del medio ambiente, generando menos residuos y minimizando el uso de fertilizantes químicos.

Gabriela Cutrera
Técnica en floricultura y jardinería
UBA

Contenido
Porqué preparar compost
Elementos necesarios para construir la pila de compost
Biología del compost
Fases del compost - microorganismos predominantes
Física del compost
Química del compost
Preparando un compostero familiar
 

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